En la entrada de este mes os voy a hablar de la importancia del lavado de manos, una actuación preventiva que está de gran actualidad en todo el mundo por la crisis del nuevo coronavirus, pero que no solo ayuda a prevenir el contagio de la COVID-19, sino que también es de gran utilidad para la prevención de otras muchas infecciones transmitidas por contacto directo de persona a persona y cuya difusión es favorecida por la falta de higiene o situaciones de hacinamiento.
Dado que más del 80 % de las infecciones habituales se transmiten por las manos (infecciones cutáneas y de heridas, infecciones gastrointestinales, conjuntivitis, catarros, gripes u otras infecciones de vías respiratorias…), la higiene de manos es una de las medidas individuales de prevención más eficaces para evitar la difusión de estas infecciones y en el momento adecuado puede salvar vidas.
¿Cuándo debo lavarme las manos?
Deberías de lavarte las manos siempre en todas las siguientes situaciones:
- Si están visiblemente sucias
- Antes y después de preparar comida.
- Antes y después de usar el baño.
- Después de sonarte la nariz, toser o estornudar.
- Tras usar el transporte público.
- Después de estar en lugares públicos.
- Después de haber entrado en contacto con objetos de otras personas.
- Tras tener contacto con animales.
- Antes y después de alimentar a niños u otras personas dependientes.
- Antes y después de realizar la higiene o entrar contacto con fluidos corporales de niños u otras personas dependientes.
- Antes y después de cuidar a personas enfermas.
- Antes de administrar una medicación o aplicar un tratamiento.
¿Cómo debo lavarme las manos?
Para eliminar posibles microbios patógenos de las manos que sean causantes de infección es importante lavarte las manos de forma correcta con agua y jabón. Las toallitas jabonosas no deben sustituir el lavado de manos, pero éstas pueden ser de ayuda para eliminar residuos presentes en las manos.
Para una correcta higiene de manos sólo necesitas entre 40 y 60 segundos:
- Mójate las manos con agua corriente y aplica suficiente jabón (preferiblemente de tipo líquido y si este no es posible de tipo sólido) durante al menos 10 segundos. No es preciso que utilices jabones bactericidas en condiciones normales.
- Frótate las manos durante al menos 20 segundos (poniendo especial atención en las palmas, dorsos, entre los dedos y debajo de las uñas, ya que gran parte los gérmenes se pueden encontrar en el borde de estas).
- Aclárate bien las manos con abundante agua corriente durante al menos 10 segundos.
- Sécate las manos por completo con una toalla limpia y seca (si es posible de papel desechable).
- Cierra el grifo con la toalla o con el sistema de cierre instalado, sin que las manos lo toquen.
Si se produce alguna circunstancia que no permita el lavado correcto de manos tal como se ha mostrado (no disponibilidad de agua y/o jabón, ausencia de un lugar adecuado para realizar el lavado, o necesidad de atención inmediata a otra persona sin tiempo para usar el agua y jabón), el lavado de manos con soluciones hidroalcohólicas es una alternativa útil y con demostrada eficacia para la prevención de infecciones por contacto directo de persona a persona siempre que las manos no tengan mucha suciedad evidente.
¡Recuerda siempre que el lavado de manos es fundamental para protegerte a ti y proteger a los demás, no solo del nuevo coronavirus, si no de gran cantidad de infecciones!
Con esta información espero poder conseguir que el lavado de manos se convierta en un hábito constante en tu vida y en la de tu familia, ya que es un método sencillo, rápido y económico para poder evitar infecciones causadas por bacterias, virus y/o parásitos en cualquier lugar del mundo.